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Antecedentes históricos

El Museo de Bellas Artes de Valencia es el referente museístico más importante de la Comunidad Valenciana. Desde su fundación en 1837 hasta el momento actual, han trascurrido casi dos siglos, en los que ha sido testigo de numerosos avatares unidos al devenir histórico de la ciudad de Valencia. Fundamentalmente está formado por una gran pinacoteca y un amplio fondo de dibujos y grabados, además de esculturas, piezas arqueológicas, fragmentos arquitectónicos, fotografías y artes decorativas.

El origen del Museo está relacionado con la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, que vio aprobados sus estatutos por el rey Carlos III en 1768. En el seno de dicha corporación se reunió un pequeño núcleo de obras con las donaciones de maestros y alumnos, cuyo conjunto se convertiría en la primera aportación importante del futuro museo.

En 1812, con la ocupación francesa de Valencia, el mariscal Luis Gabriel Suchet, queriendo atraer a la causa napoleónica a las corporaciones más influyentes de la ciudad, expresó su voluntad de formar un museo con las pinturas, esculturas, medallas y libros requisados a los conventos de regulares. Recobrada la paz y restablecido el gobierno nacional en 1813, las obras de arte fueron devueltas a sus respectivos lugares de origen.

El impulso definitivo para la creación del Museo vino dado por las medidas desamortizadoras de 1835-1837 que propiciaron la formación de museos provinciales de Bellas Artes con las obras de arte incautadas a los conventos suprimidos. Las obras pasaron primero al edificio del Temple y después al convento del Carmen Calzado para dar cabida al nuevo museo, que finalmente abrió sus puertas al público el 5 de octubre de 1839.

En el año 1936, con la Guerra Civil, el Museo fue desmontado y utilizado como almacén del Tesoro Artístico, trasladando parte de sus fondos a Madrid. Al final de la guerra, y como consecuencia del estado ruinoso del edificio, se decidió trasladar el Museo al Colegio Seminario de San Pío V, actual sede del Museo de Bellas Artes de Valencia.

Sala Martínez Campos 1913

Museo de Bellas Artes de Valencia. Sala Martínez Campos en 1913

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Directores del Museo

Cupula

Desde la creación del Museo de Bellas Artes de Valencia en 1837, la Comisión Científica y Artística del Museo Provincial encomendó su organización y custodia a la Academia de San Carlos, por lo que la dirección del Museo recayó en los sucesivos presidentes de esta corporación. En 1913, mediante un Real Decreto de 24 de julio, el Museo quedará oficialmente desligado de dicha tutela, y se convertirá desde entonces en una institución autónoma dependiente del Estado y regida por un Patronato.

Esta nueva situación jurídica conllevó la creación de la figura del Director del Museo, el primero de los cuales sería el historiador del arte Luis Tramoyeres Blasco (1854-1920), desde su nombramiento el 20 de octubre de 1913 hasta su fallecimiento el 31 de octubre de 1920. Le sucedieron el político y escritor José Martínez Aloy (1855-1924), que ocupó el cargo desde el 18 de noviembre de 1920 hasta 1924, y el pintor José Benlliure Gil (1855-1937), que simultaneó el cargo de director del Museo con el de presidente de la Academia desde el 24 de junio de 1924 hasta junio de 1936, ocupando el cargo cuando el Museo aún se encontraba en su sede del convento del Carmen.

Durante el periodo de la Guerra Civil española se perdió gran parte de la documentación administrativa, razón por la que no puede verificarse la Dirección del Museo con certeza, si bien, gracias a otro tipo de fuentes que llegaron a conocer lo acontecido, podemos saber que al frente del Museo estuvieron, en primer lugar y de modo accidental, el escultor Vicente Beltrán Grimal (1896-1963) durante un corto período de tiempo, de septiembre a diciembre de 1936, y el pintor Ricardo Verde Rubio (1876-1954), que lo dirigió de 1936 a 1939, seguramente nombrados por el entonces director general de Bellas Artes, Josep Renau Berenguer.

Tras la contienda estuvo al frente del Museo el historiador del arte Manuel González Martí (1877-1972), quien ocupó el cargo desde 1939 hasta 1964, y bajo su dirección se produjo el traslado a la nueva y definitiva sede del edificio de San Pío V. Le sucedieron los historiadores del arte Felipe María Garín Ortiz de Taranco (1908-2005), que estuvo al frente del Museo entre 1965 y 1968, Felipe Vicente Garín Llombart (1943-2023), director desde 1969 hasta 1990, iniciándose con este último las obras de reforma del Museo, Carmen Gracia Beneyto (1947), desde enero de 1991 hasta septiembre de 1993, y Joaquín Company Climent (1954), durante el período de octubre de 1993 a febrero de 1996, quienes desde sus respectivos criterios dirigieron sus esfuerzos en proponer los programas museográficos más idóneos para el Museo.

Ya en fechas más recientes, desde febrero de 1996 a noviembre de 2009, ocupó este puesto el también historiador del arte Fernando Benito Doménech (1949-2011), autor de la puesta en marcha del nuevo Museo de Bellas Artes de Valencia tras la conclusión de las cuatro primeras fases de su rehabilitación y ampliación. Él fue quien se encargó de diseñar la colección permanente del Museo tal como hoy la podemos admirar.

Paz Olmos Peris (1962), funcionaria del Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado, estuvo al frente del Museo desde el 6 de julio de 2011 hasta el 20 de julio de 2015.

Desde el 7 de septiembre de 2015 hasta el 16 de mayo de 2019, el director ha sido José Ignacio Casar Pinazo (1956), arquitecto con una extensa experiencia en restauración de edificios monumentales y musealización, en la que destacan actuaciones que afectan a edificios tan destacados como la Catedral de Valencia, la iglesia de Santa Catalina o el Museo Histórico de Sagunto. También ha ejercido como arquitecto inspector de Patrimonio de la Generalitat y ha dirigido el Máster de Conservación de Patrimonio de la Universidad Politécnica de Valencia. Desde 1999 dirige la Casa Museo Pinazo, en Godella, que conserva y exhibe, entre otros, los fondos artísticos y documentales del pintor valenciano Ignacio Pinazo Camarlench (1849-1916).

Entre el 13 de agosto de 2019 y el 31 de agosto de 2020, la Dirección del Museo estuvo en manos de Carlos Reyero Hermosilla (1957), doctor en Historia del Arte por la Universidad Autónoma de Madrid y especialista en arte del siglo XIX.

En la actualidad, y desde el 1 de septiembre de 2020, el director del Museo de Bellas Artes de Valencia es Pablo González Tornel, licenciado en Historia del Arte por la Universitat de València (2000), doctor por la Universitat Politècnica de València (2005) y profesor de Historia del Arte en la Universitat Jaume I de Castelló desde agosto de 2018. Sus investigaciones han versado sobre la historia del arte valenciano, la fiesta como construcción cultural y los usos y funciones de la imagen durante la Edad Moderna.

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El patio del palacio del Embajador Vich

El Museo de Bellas Artes de Valencia, tras concluir la instalación museográfica de los mármoles del patio del palacio del Embajador Vich, ha recuperado para la memoria colectiva este significativo conjunto del Renacimiento hispánico.

El noble valenciano don Jerónimo Vich y Vallterra (1459-1534), embajador del rey Fernando el Católico ante la Santa Sede y más tarde de Carlos I, participó activamente en la política internacional en los pontificados de Julio II y Leon X y asistió de forma privilegiada, desde su llegada a Roma en 1507 hasta su regreso a Valencia en 1521, a uno de los períodos más esplendorosos y fecundos de la historia del arte occidental.

De Roma, Jerónimo Vich trajo importantes pinturas, destacando entre ellas varias de Sebastiano del Piombo que marcaron un punto de inflexión en el panorama pictórico valenciano sobre todo de Vicent Macip, Joan de Joanes o Francisco Ribalta, por citar sólo unos cuantos autores. La labor de mecenazgo de Jerónimo Vich y su sensibilidad artística, tan afín a las novedades del Renacimiento en Italia, se manifiestan particularmente con el cortile (de elegantes columnas clásicas, capiteles de fina labra, arcos, cornisas y frontones) que mandó hacer para su palacio en Valencia hacia 1527. La introducción novedosa y temprana de este vocabulario clasicista del primer Renacimiento en España comparte protagonismo con el patio del castillo de Vélez Blanco (Almería), actualmente conservado en el Metropolitan Museum de Nueva York, y el patio del castillo de La Calahorra (Granada).

Con el derribo del Palacio Vich en 1859, la Academia de San Carlos se encargó del desplazamiento de los mármoles al antiguo convento del Carmen, sede entonces del Museo de Bellas Artes. En 1909 se procedió, con una parte de las piezas, a una instalación museográfica en el antiguo refectorio y aula capitular de dicho convento bajo proyecto de los arquitectos Luis Ferreres y Francisco Almenar. El resto de las piezas marmóreas del desaparecido patio se llevaron, pasada la Guerra Civil española, al que fue Colegio Seminario de San Pío V, nueva sede desde 1946 del Museo. El olvido de la importancia capital de este conjunto arquitectónico del Renacimiento hispano y las circunstancias históricas que provocaron la dispersión de sus piezas se subsanó finalmente en el otoño de 2006 con la instalación definitiva del patio en el Museo de Bellas Artes, convirtiéndose en uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad de Valencia, que permite de nuevo y tras muchos años apreciar de forma clara sus valores.

Patio Vich